Muchas piensan que un reportaje de fotos eróticas o sensuales se reserva a las mujeres que tienen el cuerpo de pasarela y la auto-estima por las nubes. Sin embargo, la realidad es que las sesiones boudoir están pensado para “mujeres reales” - Mujeres de todas las tallas, que tienen sus partes favoritas y menos favoritas del cuerpo, y que creen que no se atreverían meterse nunca por delante de una cámara.
Cuándo una de esas mujeres perfectamente imperfectas decide pedir cita para una sesión boudoir, el resultado es transformador - Se ve en los comentarios que recibimos después de entregar las fotos a una clienta:
- “Esta no soy yo....”
- “No puedo dejar de mirar las fotos”
- “Me has hecho sentir más guapa que nunca”
¿Cómo es la sesión Boudoir?
Lo primero que hacemos cuándo entres en el estudio es dar una vuelta mientras explico donde vamos a realizar las fotos, donde está el vestuario privado, cómo llevaremos a cabo la sesión y contesto a cualquier pregunta inicial que tienes.
Luego firmamos una acta de confidencialidad donde confirmas la forma de entrega de tus fotos, el plazo de almacenamiento de las mismas. Te explico la forma de cifrar las fotos para que nadie más salvo las personas autorizadas puedan tener acceso a ellas.
Si has contratado estilista, el próximo paso sería descansar frente al espejo con buena música mientras una profesional te maquille para lucir delante de la cámara.
Vístete en tu lencería favorita
Ahora toca vestirte en el primer conjunto que has traído - momento de pánico cuándo empiezas a dudar de si todo esto realmente ha sido buena idea....
Los nervios inevitables evaporan poco después de encender la iluminación y empezar a sacar las primeras fotos. Al pasar unos minutos delante de la cámara, empiezas a disfrutar la sesión y relajas incluso más, dejando captar una sonrisa auténtica y un poco de tu personalidad.
Seguimos sacando fotos. Cambias de conjunto y echamos más fotos - Ahora estás disfrutando mucho, aunque nunca habrías imaginado que posar encima de una cama dolería tanto.
Pronto acaba la sesión - e incluso sin haber visto las fotos, notas que te sientes bien - mejor que antes. La auto-estima ha subido, y te sientes orgullosa de haber cumplido con el reto. Te marchas del estudio lleno de ganas de ver tus fotos - sabiendo que van a salir fantásticas.
Ha sido una experiencia única e inolvidable.
Para saber más sobre los reportajes boudoir, puedes contactar sin ninguna obligación mediante whatsapp, teléfono o el formulario de contacto.
